martes, 30 de abril de 2019

Pastelitos de limón de Sansa Stark {Juego de Tronos}

¡Buenos días! Otro martes más sin faltar a nuestra cita semanal. Hoy os traigo una receta muy sencilla inspirada en la serie del momento, Juego de Tronos.
Tras buscar bastante una receta que me gustase de estos pastelitos de limón, encontré una en el blog Restaurante del fin del mundo (os dejo aquí el link) donde cuenta un poco sobre la serie y este dulce. Como buena seguidora de la serie y amante de la repostería y de todo aquello que lleve limón, no me pude resistir.

Hace tiempo que quería hacerlos y me lo propuse para el estreno de la nueva temporada, pero... se me olvidó. Así que ya con un par de capítulos emitidos vengo yo con esta receta dedicada a Sansa de Juego de Tronos. Por cierto, no se admiten spoilers porque estoy volviendo a ver todas las temporadas para poder ver la última acordándome de todo. 

Ahora toca ponerse manos a la obra para hacer los pastelitos favoritos de Sansa Stark.



INGREDIENTES:
115 gr. de azúcar
2 huevos L
34 gr. de harina
2/3 de taza de buttermilk (2/3 de taza de leche + 2 cucharadas de limón)
Ralladura de 1-1/2 limón



PREPARACIÓN:

Comenzamos preparando todo lo que vamos a necesitar. Precalentamos el horno a 150ºC. Enmantequillamos y espolvoreamos azúcar sobre la bandeja o recipientes que vayamos a utilizar, que en mi caso es una bandeja para cupcakes. Y medimos todos los ingredientes.
Como en España no es fácil conseguir el buttermilk, lo haremos nosotros mismos. En este post ya os contaba como se hace, simplemente hay que verter limón en leche y aunque parezca que se corta no es así. Es exactamente lo que buscamos y lo que conseguiremos es que nuestros pastelitos sean más esponjosos y jugosos

Separamos las claras de las yemas y montamos las claras a punto de nieve. Reservamos.
En otro bol batimos las yemas con el buttermilk y la ralladura de un limón y medio.
A la mezcla anterior añadimos la harina tamizada y el azúcar y batimos hasta tener un masa homogénea.
Finalmente integramos las claras a punto de nieve con movimientos envolventes.
Rellenamos los moldes 3/4 de su capacidad. Lo ponemos sobre otra bandeja más grande con un poco de agua para que los pastelitos se hagan al baño María. Tenemos que tener cuidado de que no entre agua en los moldes. Cubrimos bien con papel de aluminio y horneamos durante 25 minutos. Transcurrido este tiempo, destapamos y dejamos que se hornee 15 minutos más. No tomaran un color muy tostado pero si tendrán un bonito dorado amarillo.
Sacamos del horno y dejamos reposar 10 minutos antes de desmoldarlo. Según la receta de referencia que he tomado, le dan mucha importancia al reposo, ya que permite que la crema que se forma se cuaje bien y no se desparrame al desmoldar.
El resultado serán unos pastelitos en los que durante el horneado se separa una parte de crema sobre el cuerpo de bizcocho. Quedan super jugosos y esponjoso con un rico sabor intenso a limón.
Yo decoré algunos con rodajas de limón confitadas y otros los dejé tal cual. En un próximo post os contaré como confité los limones.

En mi caso me salieron 12 pastelitos pequeños, pero en moldes más grandes saldrían unos 6 u 8 con una proporción mayor de bizcocho, como podréis ver en el post original que os dejé linkeado al principio.

Y hasta aquí la receta de la semana. Espero que os guste y no dejeis de prepararla para el próximo capitulo. 
¡Hasta la semana que viene!
Muack!
Sofía G. Llaca

martes, 23 de abril de 2019

Funfetti cupcakes

¡Buenas! ¿Qué tal han ido las vacaciones de Semana Santa? Yo me las pasé haciendo una de las cosas que más me gustan, cocinar. Repetí algunas recetas que ya os he publicado, ya que tuve una fiesta y preparé para la ocasión la New York Cheesecake que está de muerte y fue un triunfo total, unos cupcakes con la misma base de vainilla que os voy a compartir hoy (los volveré a hacer para poneros también la receta), y un par de empanadas de cecina y queso de cabra y de jamón york y queso. Solo tengo que decir que todo voló, así que supongo que estaba muy rico :)

La receta de hoy son unos cupcakes de fiesta sencillos pero muy alegres. Van decorados con confeti comestible, aunque tengo que admitir que no me quedó tan bien como esperaba. Resulta que el confeti de azúcar perfecto para preparar este tipo de bizcochos (intenté hace unos meses hacer una tarta con anisetes de colores y fue un completo desastre) no los encuentro por ninguna tienda de mi entorno y los que utilizo se deshacen, por lo que al partir el bizcocho no se ven tan bonitos como debería. Aun así, aunque tenga que perfeccionar la receta, quiero compartirla con vosotros. Es una receta de Alma de Objetivo: Cupcake Perfecto (os dejo aquí el link a su post) y ella si utiliza los confetis adecuados y quedan preciosos. Yo iré mejorando jiji Creo que tendré que comprar el confeti comestible online, cuando lo haga os cuento. Ahora vamos a por la receta.

INGREDIENTES:

Para los cupcakes de vainilla:
115 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
200 gr. de azúcar blanco
3 huevos
200 gr de harina (yo utilicé de repostería)
1 cucharadita de levadura
120 ml. de leche semi-desnatada
1 cucharadita de esencia o extracto de vainilla 
Confeti comestible de azúcar

Para el almíbar:
100 gr. de azúcar blanco
100 ml. d agua
1 cucharadita de esencia o extracto de vainilla

Para el buttercream o crema de mantequilla:
100 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
300 gr. de azúcar glas o icing sugar (es mejor este último porque es un poco más fino, pero si no lo encontráis no pasa nada)
100 gr de queso crema frío 
2 cucharadas de leche semi-desnatada

PREPARACIÓN:

Comenzamos con los cupcakes, ya que tienen que enfriar por completo para poder decorarlos con la crema.

Antes de todo precalentamos el horno a 180ºC, preparamos todos nuestros ingredientes y le ponemos a la bandeja o los moldes para cupcakes las cápsulas de papel. Teniendo todo preparado de antemano el proceso es más rápido y cómodo.
En un bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee. Después vamos integrando los huevos uno a uno. No añadimos el siguiente huevo hasta que el anterior esté bien integrado.

Tamizamos la harina junto con la levadura e integramos la mitad. Después añadimos la leche con la vainilla disuelva y finalmente el resto de la harina.
Como último paso antes de meter nuestros cupcakes al horno, agregamos los confetis. Los que yo utilicé los compré en Mercadona y eché el paquete entero (80 gr.), pero no os lo recomiendo porque endulzó demasiado el bizcocho porque que se me deshicieron por completo. Cuando pruebe con los buenos os digo que tal quedan, pero según nos cuenta Alma en su blog, hay que echar muchos y más. La verdad, si son los adecuados, quedan muy bonitos y supongo que no endulcen tanto como estos.
Repartimos la masa en las cápsulas tratando de no llenarlas hasta arriba, si no unos 2/3. Mis cupcakes no eran muy grandes y con 15 minutos al horno fueron más que suficientes, sin embargo si son más grandes tardará unos minutos más. No los perdáis de vista y probar con un pincho o cuchillo para saber que están listos.
Mientras se hornean los cupcakes podemos ir preparando el almíbar. Yo no sabía que los cupcakes se bañaban (si... son mis primero cupcakes...) y la verdad es que la humedad y lo esponjosos que quedan con el almíbar es alucinante, así que os lo recomiendo 100%. Para preparar el almíbar ponemos la misma cantidad de agua que de azúcar en un cazo y dejamos que hierva hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Una vez que lo separamos del fuego añadimos la esencia de vainilla y la disolvemos.

Con las cantidades que pone la receta sale demasiado para los cupcakes, pero podéis reservarlo para otra receta como una tarta o para hacer más otro día.

Cuando saquemos los bizcochitos del horno, dejándolos aun en la bandeja, vamos ha pincharlos con un pincho de cocina o un palillo. Los bañaremos con el almíbar ayudándonos de una brocha y dejamos que asienten unos 5 minutos antes de desmoldarlos. Dejamos que enfríen en una rejilla por completo antes de decorarlos.
Para hacer la crema yo me ayudé de una batidora eléctrica, ya que es más cómodo. En un bol tamizamos el azúcar y añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y la leche. Batimos a velocidad baja hasta que se integren todos los ingredientes. Tened cuidado y cubrid el bol ya que el azúcar tiene la mala costumbre de salir volando. Subimos la velocidad una vez integrados y seguimos batiendo un par de minutos más. Añadimos el queso y seguimos batiendo a velocidad media-alta unos minutos más. En total tardaremos unos 8 minutos en que la crema tenga la consistencia adecuada, ya que tiene que ser suave pero compacta. Una vez la crema lista, yo la metí en la nevera hasta el momento de decorar los cupcakes.
Cuando lo tengamos todo listo y los cupcakes estén completamente fríos empezamos a decorar. Con la ayuda de una manga pastelera y la boquilla que más nos guste cubrimos el cupcake con la crema y ponemos unos confetis por encima. En este caso como era Semana Santa yo también puse unos huevos de chocolate a modo de decoración.
¡Pues ya estaría! He de admitir que a mi me parecieron súper dulces entre los confetis que utilicé y esta crema de mantequilla, pero el bizcochito estaba de muerte. En otro post os cuento la otra versión que hice utilizando la misma receta de cupcake pero otro tipo de crema.
Como hay todo tipo de gustos y aunque a mi me parecieron muy dulces, he de decir que fueron cayendo sin dificultad, así que no digo más ;) Yo no estaba muy segura de subir la receta ya que soy muy critica conmigo misma, pero me animaron para hacerlo ya que les gustó mucho, así que aquí están. Espero que a vosotros también os gusten y no dejéis de visitar el post de Alma porque, obviamente, le quedaron mucho mejor y más bonitos que a mi. Poco a poco se irá mejorando, ¿no?
Nos vemos la semana que viene con otra receta.

Muack!
Sofía G. Llaca




P.D. Como véis, en el título de la receta, los llamo funfetti en vez de confeti porque es la manera que los llaman en inglés y me hace mucha gracia. ¡Fun-fetti! Sería como confeti feliz, ¿no? Pues eso, cupcakes para hacernos felices jajaja

martes, 16 de abril de 2019

Solomillo de cerdo al romero

¡Buenos días! Tengo que admitir que estoy orgullosa de mi, porque después de la temporada que me pase si publicar nada por aquí, ya llevo varias semanas sin faltar a mi cita semanal con vosotros. Es verdad que alguna vez llego un poquito tarde pero llego, que es lo importante. Además, he de confesar que el no fallar ninguna semana me motiva para seguir y retarme a hacer una receta especial cada semana.

Esta vez, después de tanto dulce que llevo publicado, vengo con algo diferente. Un plato deliciosos de solomillo de cerdo al romero. Lo he probado ya un par de veces y me da a mi que se va a convertir en una receta muy socorrida porque esta de vicio, y sobretodo porque es súper sencillo de preparar. Ahora os cuento.
INGREDIENTES:

1 solomillo de cerdo grande
2 o 3 ajos
1 cucharada de romero
2 cucharadas de mostaza
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta


PREPARACIÓN:

Comenzamos precalentando el horno a 200ºC.

En un bol mezclamos la mostaza con el aceite, el romero, los ajos triturados, la sal y la pimienta. Como mis ajos eran muy grandes utilicé dos, que corté por la mitad para quitar el corazón y que no repitiese y trituré con un prensador de ajos.
Limpiamos el solomillo quitando tanta grasa como podamos.

Untamos el solomillo con la mezcla que acabamos de hacer y lo colocamos en una bandeja para horno.

Horneamos durante unos 30 minutos hasta que esté dorado. Si utilizamos, por ejemplo, dos solomillos medianos será menos tiempo, unos 20 minutos.

Dejamos reposar unos minutos antes de trincharlo y servirlo. En esta ocasión decidí hacer unas patatas al horno para acompañar.

Trocee en gajos pequeños las patatas y las condimente con sal, pimienta, un poco de pimentón dulce y un toque de romero. Las rocié con aceite y las horneé a la vez que el solomillo en una fuente a parte. Tengo que admitir que las patatas al horno no son mi fuerte. Siempre las he hecho fritas porque pensaba que eran de la única manera que me gustaban, ¡pero no! Últimamente y para ayudar un poco a esa dieta que estoy intentando (si, intentando...) seguir me he propuesto hacerlas siempre al horno con poquito aceite.
Perdonadme esta semana también con las fotos, ya que preparé este plato el mismo fin de semana que me olvidé la cámara. Fue un fastidio olvidármela justo cuando tenía planeadas dos recetas... Pero estoy segura de que la próxima vez no me pasará.
No estoy muy contenta con el resultado de las fotos pero si del plato. Estaba delicioso. La verdad es que a mi el toque de romero me encanta y os recomiendo que lo probéis. Como habéis visto es muy sencillo de preparar y quitando el tiempo de horno se hace muy rápido ya que solo hay que preparar la
Espero que os haya gustado esta receta y me contéis que os parece si la probáis. Nos vemos la próxima semana con más.

Muack!
Sofía G. Llaca

martes, 9 de abril de 2019

Mona de Pascua

¡Buenas tardes! Hoy llego a tiempo para tener la receta en martes aunque con un pequeño cambio de horario. Que todos los males sean eso, ¿no? 

Este fin de semana me animé una vez más a preparar Monas de Pascua. Hace un tiempo que lo intenté y fue un poco desastre, pero no iba a dejar que se me resistiese esta receta con lo que me gusta. Hoy en día cuando hablo de Monas de Pascua todos piensan en las de chocolate, pero sin embargo para mi son las de mi infancia, las de bollo. ¿Será que en Asturias no es la costumbre? Puede ser, pero como pasé algunos años de mi niñez en Valencia, para mi estas son las verdaderas Monas de Pascua. Hace años que quería volver a disfrutarlas y al fin lo he conseguido. Aunque oye, que si alguien quiere llevarme a Valencia yo no le digo que no a ningún viaje ;)

Sabéis mi problema con la levadura de panadero, no es nada nuevo, por eso conté con la ayuda de mi madre que se prestó a amasar la masa por mi. No quería que muriese en mis manos. ¡Gracias Mamá! ¿Que haría yo sin ti?

¿Queréis que os cuente como las preparamos? Pues seguid leyendo, intentaré no enrollarme demasiado como en anteriores recetas, aunque sabéis que soy un poco intensa con las fotos. Este fin de semana tuve el handicap de que se me olvidó llevara la cámara de fotos, pero bueno oye, con el móvil no quedaron tan mal, o al menos con eso me quiero consolar. Ahora si, vamos allá.

INGREDIENTES:

Mona de Pascua:
500 gr. de harina de fuerza
25 gr. de levadura fresca de panadería
100 ml. de agua tíbia
3 huevos + 1 para pintar las monas
200 gr. de azúcar
La ralladura de una naranja
80 ml. de aceite de oliva suave
Azúcar o anisetes de colores para decorar

Huevos de colores:
Huevos
Agua
Vinagre
Colorante alimenticio

PREPARACIÓN:

Comenzamos preparando los ingredientes para tenerlos a mano. Es algo que no suelo decir, pero yo siempre pongo sobre la mesa todos los ingrediente pesados para tenerlos listos para utilizar. Empecé haciéndolo por las fotos, pero la verdad es que es de lo más cómodo.

En un bol amplio, yo utilicé el de la maquina amasadora, ponemos la harina en forma de volcán. Esto quiere decir que haremos un agujero en medio para poner el resto de ingredientes.
Diluimos la levadura en el agua tibia y la vertemos en el centro del volcán de harina.
Añadimos el resto de los ingredientes. Los huevos ligeramente batidos, el azúcar, la ralladura de la naranja y el aceite. Los mezclamos bien con las manos o con una espátula, como fue mi caso
Una vez tenemos todos los ingredientes integrados, amasamos unos 15 minutos. Esto podemos hacerlo también a mano, pero yo utilicé el robot con el gancho amasador, ya que es más cómodo.
Dejamos reposar tapado con un paño de 2 a 4 horas hasta que doble su volumen.
Cuando la masa haya levado toca amasarla de nuevo durante unos 5 - 10 minutos. Aquí es cuando le pedí ayuda a mi madre ya que es recomendable hacerlo a mano. 
Una vez amasada quedará esponjosa. La dividiremos en porciones apartando un poquito para hacer las cruces de las Monas. Yo lo dividí en 4 porciones, pero perfectamente podrían haber sido 6, ya que quedaron bastante grandes. Tengo que admitir, ya que lo veréis más adelante, que tengo bastante mal ojo y las porciones son bastante desiguales.
Formamos bolas de masa y con la ayuda de los dedos haremos un hueco para poner el huevo. Con la porción para las cruces hacemos churros. Yo hice uno largo por cada mona y después lo corté por la mitad. 
Ponemos las masa sobre una bandeja forrada con papel de horno y bien separadas unas Monas de otras para que tengan espacio para crecer y no se peguen.

Ponemos un huevo cocido, normal o teñido como os enseñare al final de la receta, en el hueco que le hicimos a la masa y lo cubrimos con una cruz apretando los bordes para que se pegue. Dejaremos levar 1 - 2 horas hasta que crezcan un poquito más.
Como podéis ver, yo solo hice 3 con huevo
Una vez pasado el tiempo del segundo levado, precalentamos el horno a 180ªC. Pintamos las monas con huevo batido y decoramos al gusto.
En esta se me fue un poquito la mano jaja
Horneamos unos 15 minutos. Estad pendientes de todos modos, ya sabéis que siempre os digo que cada horno es un poco diferente.
Podéis imaginar cual me pedí yo...
Dejamos reposar unos minutos en la bandeja antes de pasarlos a una rejilla, ya que pueden estar un poco blanditos y no queremos que se nos rompan.

¡Y ya tendríamos nuestras monas listas! Ahora os voy a contar como teñir los huevos. Es super sencillo. Lo primero será cocer los huevos y dejarlos enfriar.

En un recipiente ponemos agua y vinagre. En mi caso como solo hice un huevo de cada color llené un vaso un poco más de la mitad con agua del tiempo y le añadí una cucharada de vinagre blanco. Traté que el vaso tuviese el suficiente liquido como para cubrir el huevo por completo.
La función del vinagre es que el color se adhiera al huevo. No os preocupes por que dé sabor porque eso no pasará. Yo tenía mis dudas, ya que no hay que aclarar el huevo después, pero confirmé que no daba sabor.

Podemos utilizar el colorante alimenticio que tengamos, en mi caso es en pasta. Con la ayuda de un palillo teñí el agua y sumergí en cada vaso un huevo. Dejamos un mínimo de media hora el huevo a remojo antes de sacarlo.
Yo de primeras quise sacar el huevo con una pinza, pero me pareció que lo estropeaba, por lo que vacié el vaso en el fregadero y pase con cuidado el huevo a papel absorbente para secarlo antes de ponerlo sobre la masa de la mona.

Ahora si que si damos por finalizada la receta y llega el momento de disfrutarlo. Pero primero toca hacerles unas fotitas.
Este es el corte, estaba super esponjoso. Eso sí, a mi me pegaba con un buen chocolate caliente para poder mojarlos. ¡Una delicia!
Espero que os haya gustado esta receta y os animéis a prepararlas para este domingo.

¡Feliz noche de martes!

Muack!
Sofía G. Llaca