martes, 8 de octubre de 2019

Tarta de la abuela

¡Hola! ¿Os acordáis de mi? Hace meses que no me paso por aquí entre una cosa y otra, pero desde hace algunas semanas ya tenía ganas de volver a cocinar y decidí hacerlo con una de mis tartas favoritas, que además es la más fácil del mundo mundial y no necesita horno. Creo que os podéis imaginar que tarta es, aunque ya lo pone en el título 🙈

Si, hoy vamos a preparar la archifamosa tarta de la abuela. Es la única que pido cada vez que salgo a cenar y la mencionan entre los postres. La que por muy llena que esté, la como igualmente o que incluso dejo espacio para el postre solo por ella. Parece mentira que con lo que me gusta esta tarta nunca la haya preparado yo misma, siempre la he comido fuera. Así que vamos a arreglar esa situación rápidamente.




INGREDIENTES:
2 sobres de preparado para flanes y natillas (el típico Flanín El Niño)
1 litro de leche (un poco más para remojar las galletas)
8 cucharadas de azúcar
150 gr. de chocolate de cobertura
150 ml. de nata para montar
Galletas cuadradas
Un poco de mantequilla



 PREPARACIÓN:

Comenzamos poniendo a calentar el litro de leche, menos un vaso, en un cazo con el azúcar. En ese vaso de leche que reservamos, vamos a disolver los sobres de preparado. 
Cuando la leche comience a hervir añadimos el vaso de leche con el preparado y removemos sin parar hasta que comience a espesar. Retiramos y reservamos.
Cubrimos con galletas mojadas en leche (no mucho para que no se queden blandas) la base un molde rectangular o cuadrado. Seguidamente ponemos una capa de crema, intenté que fuese la mitad pero veréis que fracasé estrepitosamente. Otra capa de galletas remojadas. La segunda mitad de la crema y finalmente una última capa de galleta remojada.
Dejamos reposar la tarta en la nevera una media hora para que vaya endureciendo y mientras preparamos el ganache de chocolate.

Calentamos la nata hasta que empiece a hervir, yo lo hice en el microondas, y la vertemos sobre el chocolate de cobertura troceado. Dejamos un par de minutos y después al removerlo veremos que el chocolate se funde fácilmente hasta que se forma una crema fina de chocolate. Añadimos un trocito de mantequilla y lo  removemos para que se derrtia y de un toque brillante al chocolate. Lo vertemos sobre la tarta y volvemos a meter en la nevera unas horas para que coja buena consistencia y se pueda cortar sin que se desparrame. También podemos dejarla de un día para otro sin problema.
Esta tarta la podéis hacer con crema pastelera casera, que seguramente quede igual o más rica aun. Aquí os dejo el link de como prepararla. En este caso yo quise hacerla lo más sencilla posible con el preparado, pero también soy consciente de que en casi todos los restaurantes lo hacen de esta manera y se que así me encanta. Pero ya sabéis que cada uno le da su toque a los postres. 

También podéis mojar las galletas en café, en leche con canela, darle un toque de licor, hacer capas de crema y chocolate, poner más o menos capas, decorarla con coco rallado...
Estoy segurísima de que ya conocíais esta tarta y posiblemente la habréis hecho ya alguna vez por lo sencillita que es y deliciosa que está, pero si no es así os animo a probarla. Espero que os guste el post y si la preparáis no dudéis en compartilo conmigo en redes sociales.
Nos vemos pronto con una nueva receta ;)

Mucak!
Sofía G. Llaca