martes, 12 de noviembre de 2019

Spaghetti alla Carbonara. La receta romana original.

Hace unas semanas fui al que seguramente sea mi restaurante italiano favorito, Los Italianos, que lo podéis encontrar en Llanes. Soy de esas personas que siempre piden lo mismo, cuando encuentro un plato que me gusta no salgo de ahí, pero el otro día decidí probar los Spaghetti alla Carbonara. La verdad que yo pensaba que si que lo había probado, pero cuando di ese primer bocado me di cuenta que nunca había tomado algo así, sabia a divinidad. Os juro que me habría pedido un plato después de otro.
Hoy voy a recrear esa receta pero se que no será tan buena. Al menos cuando no estoy en Llanes y me entra antojo puedo intentar volver a ese divino momento :)


INGREDIENTES (4 personas)
400 gr. de spaghetti  (en realidad al final utilicé tagliatelle)
1 lonchas de panceta de 1 cm. más o menos
3 huevos + 1 yema
120 gr. de Pecorino Romano o Parmigiano-Reggiano
Sal y pimienta




PREPARACIÓN:

Troceamos la panceta en dados un poco grandecitos y los cocinamos en una sartén amplia, después allí echaremos los spaghetti, a fuego medio majo para que vayan soltando el sabor y se turren bien.
Mientras en una olla grande ponemos abundante agua con sal para cocer la pasta, que agregaremos cuando empiece a hervir. Dejamos cocer el tiempo que nos indique el fabricante. Hay que dejarla al dente porque terminará de hacerse en la sartén.
En un bol a parte batiremos los huevos con la yema extra, añadimos el queso rallada (es mejor si se hace al momento, pero en caso de no tenerlo, cogemos el queso en polvo) y pimienta al gusto. Reservamos.

Cuando tanto la pasta como la panceta esté lista, pasamos la pasta directamente del agua a la sartén. No pasa nada porque caiga agua ya que eso da un punto de cremosidad y si nos queda muy seca podemos echar un poquito de ese agua que nos sobra. Damos unas vueltas para que la pasta se impregne bien del sabor y apartamos del fuego.

Con la sartén fuera del fuego añadimos la mezcla de huevo y queso y removemos rápidamente para que el huevo no se cuaje y nos hagamos unos huevos revueltos con spaghetti.

Emplatamos y rallamos un poquito más del queso por encima. Ya lo tenemos listo para morir de amor con este platazo de pasta.
Este plato es tan espectacular que me recuerda a la mítica imagen en la que tiras el micro y te vas porque ya está todo dicho. Así que dejo una última foto con la que sigo salivando y me voy hasta la próxima receta :)

Muack!
Sofía G. Llaca

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