¡Buenas! Vuelve a casa el hijo prodigo. Tras meses lejos de los
fogones y rodeada de mar, aquí estoy de nuevo. Y vuelvo con una receta de esas
que ya apetecen con el calor, helado de pistacho. Aunque no sé yo si Sofía la
podría tomar en su dieta, porque os aviso que es un helado un poco bomba, pero
queda cremosísimo.
INGREDIENTES:
200 gr. de pistachos
125 gr. de azúcar
35 ml. de agua
60 gr. de harina de almendra;
1 ó 2 cucharadas de aceite de
girasol
(Hasta aquí los usaremos para
preparar una pasta de pistachos, con la cual haremos el helado)
700 gr. de yogur griego
400 gr. de leche condensada
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos es preparar la pasta meter
la heladera en el congelador, ya sabéis un día antes de hacer el helado, que
luego os pasa como a mí y se os ocurre que queréis helado cuando veis la
heladera en el armario y no posible es.
Una vez que tenemos congelada nuestra heladera, ahora si vamos a
preparar una pasta de pistacho con la cual prepararemos el helado, esto es para
que tenga más sabor que si le echamos directamente los pistachos al helado.
Para ello tostaremos en una sartén los pistachos con la cucharada
de aceite de girasol, tened en cuenta que no puede ser aceite de oliva porque
daría mucho sabor pero si podría sustituirse por otro aceite suave, así mismo
la cantidad de aceite depende un poco de los propios pistachos pues como buen
fruto seco sueltan su propio aceite. Una vez que los tenemos tostaditos, los
ponemos en el vaso de la batidora con el azúcar, el agua y la harina de almendra.
Y batimos hasta tener una pasta homogénea.
Una vez que tenemos esta pasta lo ponemos junto con el yogur y la
leche condensada en la heladera y trabajamos hasta tener nuestro helado.
Y ya solo nos queda el paso más maravilloso ¡disfrutarlo! Hasta el
próximo post con otra receta deliciosa, ahora es vuestro turno.
❤ C. García. ❤