¡Bienvenidos de nuevo! Hace tiempo que tengo un par de recetas en la recámara que estoy ansiosa por compartir con vosotros. La receta de hoy es una de ellas, y la de la semana que viene ya es la estrella. Comienzo con esta porque nos servirá para la semana que viene también. Vamos a preparar unos merenguitos deliciosos y delicados perfectos para decorar postres (y para comer a palo seco tambien jajaja).
Pero primero quiero comenzar contándoos los tres tipos de merengues que hay:
- Merengue francés: este es el más sencillo de preparar. Se consigue batiendo las claras con el azúcar hasta que se montan y luego se hornea. Se suele utilizar en tartas como por ejemplo en las siguientes que ya hemos preparado:
- Merengue suizo: este tipo es de dificultad media y es el más brillante. Es el merengue que prepararemos hoy, perfecto para hacer decoraciones.
- Merengue italiano: este último es el más complicado y que aun no hemos preparado aquí. Para hacerlo hay que hacer un almíbar de azúcar e ir incorporándolo a las claras en forma de hilo mientras las batimos.
Ahora que conocemos los tres tipos vamos a por nuestro merengue suizo para formar pequeños merenguitos.
INGREDIENTES:
2 clara de huevo l (70 gr.)
140 gr. de azúcar blanco
1 cucharadita de zumo de limón
PREPARACIÓN:
En un bol al baño María ponemos el azúcar y las claras de huevo.
Dejamos que el azúcar se disuelva lentamente y sin dejar de remover con una varillas, ya que si no se nos pueden cuajar las claras, y no es lo que queremos.
Probamos con cuidado de que el azúcar se ha disuelto. Para ello cogemos un poco con los dedos y lo apretamos. Si no sentimos granitos de azúcar lo tendremos listo y lo quitaremos del fuego. Si no seguiremos un poquito más, ya que este paso es muy importante para que nos salgan bien los merengues.
Pasamos a un bol más grande y lo batimos a máxima velocidad hasta que las claras monten y además enfríen. Tardaran un poco, no os alarméis.
Para darle más brillo al merengue, cuando esté frío le añadiremos el zumo de limo y batiremos un par de minutos más. Al final obtendremos un merengue firme y brillante.
Con la ayuda de una manga pastelera formaremos pequeñas montañitas en la bandeja del horno forrada con papel de horno.
En este momento, podemos untar un poco la manga y el merengue con un palillo y colorante en pasta. Así conseguiremos espirales de colores todas diferentes entre ellas.
Con el horno precalentado a 80ºC hornearemos los merengues durante 1 hora. Debemos ponerlos en la altura baja del horno, con calor por arriba y por abajo.
Cuando ya haya pasado la hora los sacamos del horno y dejamos que atemperen antes de despegarlos. No tardaran mucho ya que son pequeñitos.
Salen bastantes, por lo que para almacenarlos debemos meterlos en un tupper o un cajita metálica y tenerlos fuera de la nevera, a temperatura ambiente.
La próxima semana os enseñaré como decoro una tarta con estas pequeñas delicias, pero para ello nos toca esperar, y mientras podemos ir practicando ;)
¡Nos vemos el próximo martes!
Muack!
Sofía G. Llaca
Sofía G. Llaca
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