¡Buenos días!
Tengo algo que admitir, soy una rarita a la hora de comer. Como sota, caballo y rey, es decir, lo que se hace en mi casa, pero por lo demás soy bastante reacia, eso si, en cuestión de comida salada eh, por el dulce no hay ningún problema. Pero estoy madurando, o eso me hago creer, y estoy tratando de ampliar mi paladar. Ya casi tengo dominado el tomate, no la salsa de tomate que me encanta, si no el tomate de verdad, y estoy hasta orgullosa. También estoy tratando de comer platos de otras culturas, algo para lo que me vino genial el viaje que hicimos a Marrakech. A parte de la comida italiana, de la que soy gran fan y siempre me ha gustado, la mexicana cada día me gusta más y ya hasta tolero cierto grado de picante.
Hay un restaurante mexicano donde vivo y me encanta. De lo que he probado, menos el mole, me ha gustado todo, unas cosas más que otras, pero al fin y al cabo todo. Dos de mi platos favoritos son las flautas de pollo y las enchiladas rojas. Estas últimas son las que me parecían más difíciles de hacer en casa, pero un día vi que vendían la salsa y me lancé a por ella. Se puede encontrar en la sección mexicana del supermercado, y por lo que he visto siempre la encuentro de la marca La Costeña. El bote es bastante grande, por lo que para dos personas es de sobra y hasta para 10, así que la podréis usar para más de una comida.
Después de probarla me pareció que era como la salsa de tomate solo que un poco menos densa y algo picante. Obviamente no es salsa de tomate con tabasco, si no más elaborada. Podréis encontrar mogollón de recetas mexicanas, pero si la encontráis hecha y os gusta, es mucho más rápido y sencillo de preparar este plato. Aquí os dejo con la receta.Nosotros lo acompañamos con un poco de guacamole y nachos, pero también le pega una ensalada fresca para suavizar un poco el picante, como podría ser una ensalada de pepino y tomate.
Tengo algo que admitir, soy una rarita a la hora de comer. Como sota, caballo y rey, es decir, lo que se hace en mi casa, pero por lo demás soy bastante reacia, eso si, en cuestión de comida salada eh, por el dulce no hay ningún problema. Pero estoy madurando, o eso me hago creer, y estoy tratando de ampliar mi paladar. Ya casi tengo dominado el tomate, no la salsa de tomate que me encanta, si no el tomate de verdad, y estoy hasta orgullosa. También estoy tratando de comer platos de otras culturas, algo para lo que me vino genial el viaje que hicimos a Marrakech. A parte de la comida italiana, de la que soy gran fan y siempre me ha gustado, la mexicana cada día me gusta más y ya hasta tolero cierto grado de picante.
Hay un restaurante mexicano donde vivo y me encanta. De lo que he probado, menos el mole, me ha gustado todo, unas cosas más que otras, pero al fin y al cabo todo. Dos de mi platos favoritos son las flautas de pollo y las enchiladas rojas. Estas últimas son las que me parecían más difíciles de hacer en casa, pero un día vi que vendían la salsa y me lancé a por ella. Se puede encontrar en la sección mexicana del supermercado, y por lo que he visto siempre la encuentro de la marca La Costeña. El bote es bastante grande, por lo que para dos personas es de sobra y hasta para 10, así que la podréis usar para más de una comida.
Después de probarla me pareció que era como la salsa de tomate solo que un poco menos densa y algo picante. Obviamente no es salsa de tomate con tabasco, si no más elaborada. Podréis encontrar mogollón de recetas mexicanas, pero si la encontráis hecha y os gusta, es mucho más rápido y sencillo de preparar este plato. Aquí os dejo con la receta.Nosotros lo acompañamos con un poco de guacamole y nachos, pero también le pega una ensalada fresca para suavizar un poco el picante, como podría ser una ensalada de pepino y tomate.
Ingredientes:
1 cebolla
Avecrem
Salsa para
enchiladas rojas
Tortillas de maíz
Aceite de oliva
Queso rallado para
gratinar
Preparación:
Empezamos cociendo las pechugas de pollo junto
con una cebolla y un cubito de Avecrem. De aquí sacamos caldo de pollo que
podemos aprovechar para otra comida y las pechugas cocidas que desmenuzaremos
para el relleno de las enchiladas.
Por otra parte vertemos un poco de salsa para
enchiladas en un plato y preparamos una sartén con aceite, lo suficiente para
que cubra el fondo de la sartén por completo. Lo que tenemos que hacer es
remojar las tortillas en la salsa y freírlas un poco, no tienen que quedarse
duras si no manejables ya que después lo pasaremos a una tabla y rellenaremos
con el pollo formando canutillos como veis en la imagen. Es mejor poner la
parte por donde se cierra hacia abajo en una fuente para horno y así no
corremos el riesgo de que se nos habrán.
Cuando las tengamos todas hechas y colocadas en
la fuente para horno lo cubrimos con queso rallado y lo metemos al horno hasta
que se funda el queso. También si queremos podemos echar un poco de la salsa por encima. Entonces ya lo tendremos listo para disfrutar.
Espero que la disfrutes y ¡viva México!